Aprovecho a dar un carácter aún más personal a este rincón para compartir lo que es la base de todo lo que vino después (para bien o para mal… y ni más, ni menos). Me disculpo por adelantado por la calidad mejorable de algunas imágenes (me refiero a las fotos en sí pero, por supuesto, hace más de veinte años también me quedaba por aprender pictóricamente algo más de lo que me queda todavía…) y por la falta de ciertas fechas y formatos que no he sido capaz de recordar o de volver a recabar porque la obra es ahora propiedad particular, o por su lejanía actual por otras circunstancias. Tal vez esto quede algo compensado por algún que otro «chascarrillo» incluido aquí y allá, y también tal vez, y naturalmente, el interés de todo ello pueda variar bastante dependiendo de la mirada. Pero es un regreso momentáneo justo y necesario, y quién sabe si premonitorio aunque, eso sí: no volveré a hacer sufrir a mis hermanas con transportes callejeros de lienzos voladores.
Siempre he pintado; no tuve otra opción, por decirlo así.
Exploradora ávida también de la literatura, el cine, los videojuegos y demás posibilidades creativas que van ofreciendo estos tiempos al oficio del pincel, analógico y digital, me licencié en Bellas Artes y diplomé posteriormente en Diseño Gráfico e Ilustración (al parecer, esto es desde siempre, sí), y tras viajar por diversos lugares (el seguir aprendiendo), en 2007 dejé definitivamente mis tierras riojanas del norte y una vida ya organizada en torno a la pintura para llevármela a Madrid (España), atraída por otras búsquedas complementarias.
Y después de más de quince años haciendo principalmente ilustraciones históricas y mitológicas para diferentes medios escritos y televisivos de diversos países, me siento como una viajera del tiempo (con muchos libros y pinceles en la mochila) que nunca para de descubrir y de aprender, y que tiene el privilegio de abrir para otros una especie de ventana ilustrada al pasado (y también a la fantasía y al futuro, quién sabe. No parezca raro, por tanto, que a Maximus Decimus Meridius Crow se le haya colado un dragón).
También he tenido la oportunidad de hacer muchas y muy diversas cubiertas de libros (sueño cumplido para una devoradora de letras) y de ilustrar otros tipos de historias, cuentos, novelas (¿qué puede haber mejor que una buena historia?), mientras navego hacia nuevos campos en los que seguir haciéndolo más y mejor.
Gracias por acompañarme por un momento en este viaje.
Otros que también lo han hecho:
La espada de Maximus Decimus Meridius Crow y el afamado servicio urgente de dragones ayudarán a que tu mensaje de correo (o a través del formulario) llegue sano y salvo: